Ruta 66

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LA RUTA MADRE

Ruta 66 – La ruta madre.

La Route 66 significa mucho para muchas personas. Y para cada una, esta carretera significa una experiencia personal. En su recorrido hay un espíritu especial, un sentimiento singular. Es el espíritu de las personas y sus historias, de sus paisajes y sus formas, y sobre todo, de las emociones que experimenta el viajero. Para llegar a comprender a fondo este camino y el espíritu que le inspira sólo cabe recorrerlo de cabo a rabo.

A raíz del final de la Segunda Guerra Mundial se produjo una transición: de simple carretera que unía a Chicago con Los Ángeles adquirió carácter propio tan poderoso como su origen y su destino. El fin de la guerra trajo la venta libre de combustible y la abundancia de material de rodaje, lo que contribuyó a facilitar el viaje. Grandes revistas como Life y Time y Saturday Evening Post publicaron detallados reportajes sobre las carreteras nacionales, y los lugares de interés, de alojamiento y de comida en su trayecto. Así las carreteras dejaron de ser un simple instrumento para trasladarse de un lugar a otro para convertirse en lugares de esparcimiento, interacción y de nuevas experiencias.

El mejor ejemplo de un nuevo deseo de captar y adoptar esta personalidad propia del camino es la canción Route 66 de Bobby Troup, en la que las dos estrofas ”Get Your Kicks on Route 66” fueron escritas en el mapa de carreteras camino de Los Angeles. Más tarde Nat King Cole volvería a interpretarse para convertirla en clásico. Su música pegadiza sirvió de fondo a millares de viajeros que recorrían la 66 en busca de nuevos hogares, de visita a amigos, o sólo por el gusto de hacerlo.

Nuestra agencia le sugiere realizar la ruta de diferentes maneras
A) con el alquiler de una Harley Davidson y alojamiento en hoteles de carretera
B) Con el alquiler de una auto caravana o motorhome
C) Con coche de alquiler, y por que no un Ford Mustang, y alojamiento en hoteles de carretera.

De que manera os apetene más hacerla?

Día 1 – llegada a Chicago – Illinois
Bienvenidos a la Windy City, la Ciudad del Viento. El punto original de la Route 66 en el mismo Chicago ha cambiado de lugar varias veces. Actualmente se halla en el cruce de Además Street y Michigan Avenue. Lo primero que hay que hacer al llegar a Chicago es captar sus famosas imágenes y sonidos. Ya no vive allá Al Capone, pero no por ello la ciudad deja de fascinar al visitante. De día domina el paisaje la imponente Sears Tower, el edificio más alto de Chicago. De noche se imponen los clubes de jazz, los bares, los excelentes restaurantes, la cartelera de teatro.
Además la Milla Magnífica ofrece lo mejor de sus comercios, sin olvidar los grandes museos, el Art Institute, el Museo de Ciencias e Industria, el Museo Field de Historia Natural. Alojamiento: Best Western Grant Park (precio del aparcamiento: $22 diarios.)

Día 2 – Chicago a St Louise Missouri (480 km.)
Salida hacia el sur a la ciudad de Malean, famosa por su Dixie Truck Stop, local abierto un par de años después de la apertura de la Route 66 en 1926 y que desde entonces sólo ha cerrado un día. Se sigue por la zona minera de Illinois siguiendo el Pontiac Trail. A lo largo se puede apreciar el viejo trazado de la carretera. No dejar de ver la estatua de Our Lady of the Highway o Litchfield y el Paris Stop Café.
En la vieja ruta se pueden visitar desde 1933 las cuevas Meramec, verdadero museo de la historia y de la geología de la región. Entre las muchas leyendas de Missouri destaca la de los hermanos James que solía esconder en ellas a sus bandoleros, sus caballos, y el fruto de sus fechorías. Antes de Jesse James, las cuevas fueron utilizadas como fuente de minerales para la producción de pólvora por mineros coloniales franceses y soldados de la Guerra de Secesión. En sus inicios las casas a lo largo de la carretera exhibían pintorescos carteles anunciado las cuevas. Al norte de St Louis el puente Old Chain of Rocks marca el punto en originalmente la Route 66 cruzaba el río Mississippi. Desde ahí por el Riverfront Trail se puede ir a pie o en bicicleta hasta el monumento más importante de comienzo del camino hacia el Gran Oeste Americano: el Arco Getaway. Desde ahí comenzaba el gran camino que llevaba a los pioneros hacia el Oeste a principios del siglo XIX abriendo nuevas fronteras.
El Arco se eleva sobre la carretera I-44 y al pie está el Museo de la Expansión hacia el Oeste donde se conservan las viejas carretas que al verlas se siente uno agradecido a los inventores de las vías pavimentadas y los amortiguadores. Por él pasan celebraciones de bodas, equipos de televisión británica, turistas japoneses, periodistas alemanes, clubs de coches antiguos, y americanos de los 50 estados haciendo cola para entrar en la parada más famosas de la Route 66: Ted Drenes Frozen Custard.
Digna de mención es la Route 66 Brewery, donde se destila y se sirve cerveza dentro de la St Louis Union Station. Alojamiento: Millenium Hotel, St Louis.

Día 3 _ St Louise a Sringfield Missouri (344 km.)
Al salir de St Louis, Route 66 se dirige al sur y al oeste cruzando las bellas montañas Ozark junto a la I-44 hasta Springfield, al suroeste el Estado. La señalización de la Route 66 llaman la atención los colores marrón y blanco que orienta hacia paradas que sorprenden por su carácter entre lo histórico y lo cutre, barriendo toda la gama. Fábrica de vajillas de nogal, bodegas de vinateros, pastos de vacuno, y un paisaje que deslumbra. Para llegar a Springfield (tercera ciudad de Missouri) se disfruta de un paisaje que se caracteriza por las verdes colinas, bosques densísimos, azules lagos y bellos torrentes.
Alojamiento: Best Western Route 66 Rail Haven (incl. desayuno continental).

Día 4 – Springfield a Tulsa Oklahoma (304 km.)
El trayecto pasa por las famosas ciudades de Lebanon y Conway, y merece la pena parar en Carthage para admirar su viejo y bello Palacio de Justicia, camino de Joplin (última ciudad antes de salir de Missouri).
Se recomienda quedarse en la vieja Route 66, que atraviesa más de 20 km en Kansas, el Estado Girasol.
En este trecho encontramos Baxter Springs. Conserva un banco (hoy convertido en restaurante), que en su día fue asaltado por el mismísimo Jesse James. Aún conserva la caja fuerte (convertida en los aseos). Al salir de Kansas se llega a Miami, Oklahoma, en cuyo Art Deco Coleman Theatre sirvió de frecuente escenario a Will Rogers. Se recomienda un paseo por la tarde por Cherry Street, centro histórico y famoso por sus comercios.
Alojamiento: La Quinta Ni Tulsa East (incl. desayuno continental).

Dìa 5 – Tulsa – Oklahoma City (aprox. 176 Km.)
En el camino descubra los tipicos restaurantes y viejas estaciones de servicio y moteles.
Arcadia es famosa por su famosa Round Barn, construida en 1898 y recientemente renovada. En su planta baja se halla una tienda de regalos. En Chandler sus edificios muestran viejos carteles; destaca el viejo cuartel de la Guardia nacional (Armory) construida en piedra local en los años 1930, la gasolinera Phillip 60, en forma de chalet, y otros edificios más catalogados como de interés histórico. En Stroud es famoso su Rock Café inaugurado en 1939 y conserva un viejo anuncio de Coca-Cola. Los corrales de Oklahoma City son los mayores mercados de ganado del mundo. Los lunes y martes por la mañana se celebran subastas de ganado.
Un paseo por Cowtown descubrirá una gran variedad de tiendas con recuerdos típicos de la región. Una visita al National Cowboy and Western Heritage Museum permite revivir el romántico espíritu de la frontera. Contiene una excelente colección de obras de arte clásico y contemporáneo con el tema del Viejo Oeste, así como objetos y artefactos de época. Vale la pena visitar la vieja ciudad del Oeste, con piezas interactivas, así como The Cowboy Gallery , The American Rodeo Gallery, la Native American Gallery y la Western Entertainers Gallery.
Alojamiento: Quality Inn Bricktown (incl. desayuno continental).

Día 6 – Oklahoma City a Amarillo Texas (aprox. 432 km).
Comienzo de la jornada con un suculento desayuno en el histórico Cattleman’s Café en Stockyards City, el restaurante más antiguo de Oklahoma, inaugurado en 1910. Salida de la ciudad por El Reno y el puente cercano a Bridgeport, de casi 2 kilómetros de longitud. El corazón de la Route 66 es Clinton, donde se encuentra el museo de la histórica carretera.
El trayecto nos lleva al saliente del norte de Texas (Texas Panhandle) y se pasa por la ciudad petrolera de Shamrock hacia Amarillo, lugar donde se dice que entra en el verdadero Texas. Aquí se encuentra todo lo que hace famoso a Texas: quebradas y vaqueros, grandes espacios y grandes filetes. Es la ciudad de Texas más grandes en la Route 66. Un tramo de la misma lo constituye su Sexta Avenida entre las calles Georgia y Western, notable por sus tiendas de antigüedades, restaurantes y cafés.
Alojamiento: The Big Texas Motel (incl. desayuno continental).

Día 7 – Amarillo, Texas – Tucumari New Mexico (aprox. 272 km)
Después de atravesar el Cadillac Ranch que guarda algunas de las atracciones más sorprendentes, entre ellas 10 coches Cadillac cubiertos de graffiti obra de los miles de viajeros que han pasado por el rancho. Se sigue hacia el sur y el magnífico Panhandle Plains Museum, que conserva una magnífica colección de arte ndoamericano. Se recomienda ir hasta el Palo Duro Canyon, de sorprendente belleza, que en tiempos sirvió de refugio a los indios comanches.
Más allá está la ciudad fantasma de Glen Rio, donde cabe pisar Texas con un pie y New Mexico con el otro. Para los viajeros de la Route 66 New Mexico representa una exótica experiencia. No sólo cambia el paisaje de manera dramática de las vastas llanuras del llano oriental a los impresionantes acantilados rojos de Gallup, si bien los nombres y restos históricos recuerdan un pasado español, y de los indios pueblos y navajos. Se sigue hacia Tucumari. Recuérdense los luminosos del Blue Swallow Motel, cuyas habitaciones cuenta con su garaje adjunto.
Alojamiento: The Blue Swallow Motel.

Día 8 – Tucumari a Albuquerque – (aprox. 416 km)
La Ruta 66
entró a New Mexico por el este siguiendo el tendido del ferrocarril Southern Pacific Railroad. Se aparta de él en Santa Rosa para girar hacia el norte y entra en la historia al unirse al Santa Fe Trail y a El Camino Real. Al salir de Santa Rosa el camino sigue el valle del río Pecos, ruta que seguían las tribus de amerindios para llegar a las tierras pueblas de Río Grande. Justo al sur de Las Vegas, New Mexico, se unía al Santa Fe Trail parra llegar a la capital. Pocos lugares hay en estas tierras como Santa Fe para sentir el vínculo del presente con el pasado.
La historia parece reflejarse al recorrer las pintorescas calles de esta ciudad fundad hace 400 años. La cultura amerindia se remonta a miles de años y se refleja en las tradiciones y artesanías al igual que el pasado español se revela en sus costumbres. En Santa Fe, la Original Road marca El Camino Real al sur en La Bajada que lleva a varias comunidades pueblas antes de llegar a Albuquerque. La carretera entra en la ciudad desde el norte y cruza el Río Grande por el puente Barrelas. La ciudad comenzó a desarrollarse de norte a sur en torno a 4th Street al aparecer talleres de automecánica, gasolineras, moteles y restaurantes a la sombra de la Ruta Madre. Merece una visita el casco antiguo de la ciudad fundada en 1709. También una visita al Indian Pueblo Cultural Center donde se exhibe la artesanía de 19 pueblos de New Mexico. Las danzas indias se celebran en fin de semana todo el año. No muy lejos de allí se encuentra el Petroglyph National Monument en el hace miles de años las partidas de caza dejaron sus marcas en las escarpadas rocas volcánicas.
Alojamiento: Hotel Blue.

Día 9 – Albuquerque a Gallup  (aprox. 272 km)
Al oeste de Albuquerque la carretera se adentra en una región de mesas y acantilados hechos famosos por las películas del oeste. Se cruza Laguna por las tierras de los indios pueblos por una carretera de dos carriles llena de curvas y se pasa la Budville Trading Company. Fue fundada en 1928 por Bud Rice y su mujer y era una de las compañías de servicio al automóvil más importante del suroeste. Allí se podía encontrar bolsas de agua, una rápida puesta a punto, y una rigurosa verificación de los neumáticos.
Se sigue a la Villa de Cubero, construida en 1937 por una familia de comerciantes indios; hoy cuenta con un motel para pasar la noche o más si se quiere. En este lugar tan apartado del mar escribió Ernest Hemingway la mayor parte de su obra «El Viejo y el mar», y se repuso Lucille Ball de su divorcio de Desi Arnaz.
Lo más interesante del día es la Loma Sky City, que es lugar habitado más antiguo de los Estados Unidos. Sky City reposa sobre una meseta a más de 100 metros sobre el valle que domina. Hasta hace poco tiempo sólo se podía ascender por un empinado sendero, Sky City es una de las ciudades fortificadas más curiosas de la historia.
Lo más notable de la ciudad es la misión San Esteban del Rey cuyo interior es uno de los más bellos de la arquitectura misional en Norteamérica. Se cruza la vía férrea y se atraviesa la ciudad de Grant, famosa por sus minas de uranio, por su avenida Santa Fe que atrae por su ambiente de Art Deco. El destino final por hoy es Gallup, ciudad que cuenta con gran número de negocios, centros comerciales,galerías de arte en los que se combinan elementos de las culturas amerindias e hispanas en su rica artesanía.
A lo largo de la Route 66 se ofrecen interesantes ejemplos de la arquitectura de fin de siglo XIX. Se recomienda una visita al Gallup Cultural Center con su Ceremonial Gallery, el Storyteller Museum y el Kiva Cinema. Después un paseo por el Red Rock State Park.
Alojamiento: El histórico El Rancho Hotel o Best Western Inn.

Día 10 – Gallup a Flagstaff Arizona (aprox. 320 km)
Nada en el mundo se puede comparar con el Petrified Forest. En una superficie de 250 mil hectáreas se conservan los restos petrificados de miles de troncos de árboles que con el paso de los siglos y las condiciones de clima y química se han convertido en piedra. En este mismo parque se encuentran los páramos multicolores (badlands)de formación chinle y conocidos como el Desierto Pintado. Se sigue a Holbrook, en cuyo centro se encuentra el palacio de justicia de 1898, declarado de interés histórico en el National Register of Historic Places. Ahora toca imaginar un meteoro gigante de varios miles de toneladas estrellándose contra la Tierra a a más de 60.000 km por hora. Pues puedes visitar el cráter causado por el impacto, un hoyo de casi 170 metros de profundidad y más de 1.200 metros de diámetro. Se ha reconstruido el fenómeno en una exposición permanente donde se muestran filmes y se dan conferencias acerca del fantástico acontecimiento. Un paseo por su borde recordará que allí se entrenaron los astronautas. En Flagstaff abundan en la Route 66 los restaurantes, cafés, moteles y ciertas atracciones curiosas, entre ellas el Museum Club, el motel oficial de Flagstaff en esta carretera. En él se han alojado en los últimos 50 años muchas personalidades de la música country como Willie Nelson y Waylon Jennings.
Alojamiento: Best Western Pony Soldier (2 noches)

Día 11 – Flagstaff a Gran Cañon y regreso LAGSTAFF – GRAN  (aprox. 320 km)
Salida de Flagstaff por la Highway 89 norte pasando por el cráter del volcán para bajar al gran llano Marble de la reserva de indios navajos. Se recomienda una vista a las tiendas de artesanía de los amerindios. En el cruce de las carreteras 89 y 64 se toma la 64 hacia el oeste para llegar al Parque Nacional del Gran Cañón. La primera parada se hace en Desert View Overlook, mirador desde el cual se puede ascender a la majestuosa Watch Tower para contemplar el fantástico paisaje del Gran Cañón. También se pueden contemplar desde otros miradores. En el Grand Canyon Village vale la pena parar los históricos hoteles Bright Angel y El Tovar, así como la Hopi House, de interés histórico nacional. Regreso a Flagstaff por la hermosa Highway 180 flanqueada por pinares poderosas y tiemblos.

Día 12 – Flagstaff a Kingman  (aprox. 272 km)
Dirijase a la I-40 al oeste de Flagstaff para llegar a Williams, que ha conservado muchas de las empresas que crecieron en torno a la 66. Se sigue por la I-40 hasta Ash Fork y se sale en Crookton Road para tomar el tramo más largo de la Route 66 original (240 km). Se sigue por la 66 a Seligman, famosa por su Sno-Cap Drive-In, cafetería donde sirven comidas rápidas y helados de los años 50. Continuar hacia Grand Canyon Caverns, una de las cuevas secas más grandes de los Estados Unidos. La carretera llena de curvas recorre pueblos como Hackberry, Valentine, Truxton y Peach Springs, donde la vida parece no haber cambiado en más de medio siglo. Desde Valle Vista, la comunidad mas reciente de la 66 se entra en la curva continua más larga (10 km) de las carreteras del país. La siguiente ciudad es Kingman, llamada el Corazón de la Route 66, donde se acaba de inaugurar un museo (Powerhouse) sobre la carretera.
Alojamiento: Hotel Brunswick (incl. desayuno continental).

Día 13 – Kingman – Barstow California (aprox. 416 km)
Prepárate para tomar las curvas más cerradas y los cambios de rasante más pronunciados (que tanto gustan a los moteros) para seguir por el tramo más largo de la Route 66 aún en servicio entre Chicago y Los Angeles. Se pasa por Oatman, ciudad fantasma, donde pasaron su luna de miel Clark Gable y Carole Lombard.
Por fin se toma dirección oeste y después sur hacia Topock-Golden Shores y pasar un tiempo en Needles, a orillas del río Colorado. Curiosidades de Needles son los edificios El Garcés, Harvey House construida en 1906, la Women’s Club y el Old Trails Inn, motel con sabor de los años 1930, antes famoso con el nombre de Palms Motel. Se seguirá hasta el final de la 66 para entrar de nuevo en la I-40.
Varios kilómetros más allá al salir por la Highway 95 se vuelve a entrar en la Route 66. El tramo de la vieja carretera corresponde al trazado anterior a 1931 y lleva hasta la pequeña comunidad de Goff, en el desierto. Para muchos de los fanáticos de la Route 66 el tramo del desierto Mojave no es más que un desolado páramo, ya que quienes recorren esta parte antigua no ven más que grandes espacios desnudos. Sin embargo, allá hubo en tiempos comunidades muy activas. Tras los pocos pueblos que han sobrevivido al paso del tiempo se oculta una brillante historia. Barstow debe su nombre a William Barstow Strong, en tiempos presidente del Santa Fe Railroad. La bella estación fue construida en 1910 y fue también Harvey House. Tras su restauración, la ciudad ha instalado el Route 66 Mother Road Museum.
También se envanece de su pasado histórico vinculado a la 66. Recuerdo del mismo es El Rancho Motel, construido con las traviesas ferroviarias de la ya no existente compañía Tonopah & Tidewater Railroad, así como El Rancho Café. También notable es el Route 66 Motel en Main Street (Route 66).
Alojamiento: Best Western Desert Villa Inn (incl. desayuno continental).

Día 14 Barstow a Santa Monica y Los Angeles  (aprox. 240 km).

Al salir de Barstow por la 66 se llega a Lenwood, otra localidad de la 66 en la National Old Trails Highway.
La carretera antigua sale de Barstow por la Interstate 40 y sigue a lo largo del río Mojave por Lenwood, Hodge, Helendale y Oro Grande para volver a la I-40 en Victorville. En el recorrido se advierten restos de su antiguo esplendor, como las ruinas del viejo almacén entre Hodge y Helendale. Pasado Oro Grande la 66 cruza el río Mojave en ,un viejo puente de hierro, construido en 1930. Pasado el puente se entra en Victorville, cuya pujanza original se debió a la demanda de cemento a principios del siglo XX. En su buena época, Victorville ofrecía las características que pedían los productores de Hollywood para evocar las viejas aldeas del Oeste y allí se filmaron muchas películas de serie B.
Otro punto de interés en el trayecto es el motel Summit Inn en el puerto Cajón. Se abrió en 1952 y resulta un ameno oasis después del recorrido anterior. Cajón es la puerta de entrada a San Bernardino y Sur de California, y por el pasaron indios del Desierto y exploradores españoles y anglosajones. A principios el siglo XIX constituí el extremo sur del viejo Camino Español (Old Spanish Trail) que llevaba hasta Santa Fe en Nuevo Mexico. En 1861 se construyó una autovía de peaje para pasar el puerto. Esta carretera unía San Bernardino y las ciudades de la costa con las comunidades mineras del desierto. También Cajón era el paso del ferrocarril construido en 1885. Estos tramos antiguos pasaron a ser la Route 66 poco antes de 1930 y aún pueden verse algunos si se sale de la I-15 en Cleghorn. También ostenta la Route 66 el honor de ser la primera carretera de dos carriles en los Estados Unidos.
Aún queda mucho de la 66 a lo largo de Foothills Boulevard y si se mira con atención se verán algunos restos entre edificios nuevos. Algunos viejos moteles y cafés se conservan en San Bernardino, Rialto y Fontana. Uno de los más interesantes es el Wigwam Motel. San Bernardino fue fundada en 1851 por pioneros mormones. Más tarde se convirtió en un punto de intersección importante de carreteras y vías férreas a los Los Angeles y desde los Angeles. La zona resultó óptima para el cultivo de cítricos y a principios del siglo XX los naranjales se extendían desde la montaña hasta la costa para formar lo que se dio en llamar el Inland Empire. El paisaje es un regalo para los ojos del viajero por la 66. De Figueroa Street a Sunset Boulevard y después a Santa Mónica se seguirá el último tramo de la Route 66 que termina a orillas del océano Pacífico. Santa Mónica Boulevard atraviesa Hollywood, West Hollywood, Beverly Hills y por fin llega a Palisades Park y el famoso puerto de Santa Mónica (Santa Monica Pier).
Alojamiento: Four Points Sheraton Los Angeles Airport.


Día 15 – Los Angeles – fin del viaje

Fin de trayecto y de la excursión. Vuelo de regreso o extensiones opcionales.