LA ISLA DE SOCOTRA ES UNA DE LAS CUNAS DE LA BIODIVERSIDAD DEL MUNDO. A PESAR DE PERTENECER A YEMEN, SE ENCUENTRA GEOGRÁFICAMENTE MÁS CERCA DEL CUERNO DE ÁFRICA QUE DE LA PENÍNSULA ARÁBIGA.
A lo largo de los siglos, los viajeros regresaron de las islas del océano Índico (y de la isla de Socotra) con historias extrañas: árboles que producían sangre de dragón y pepinos, bosques de incienso y pináculos imponentes en la niebla. Ahora ha surgido una imagen más completa de las cuatro islas semidesérticas, que retratan una flora y fauna ricas y únicas con más de un tercio de plantas que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, un paisaje diverso de mesetas, llanuras y montañas, todo ello salvaguardado por un pueblo que vive de manera sostenible en un entorno desafiante.
La isla de Socotra forma parte de un archipiélago en el océano Índico. Está tan aislada que un tercio de su vida vegetal no se encuentra en ningún otro lugar del planeta, destacando los dragos de Socotra, que son unos árboles que parecen platillos volantes posados sobre troncos.
Los Adenium socotranum son árboles que parecen patas de elefante con flores rosas en la parte superior. Aves como el estornino de Socotra, el suimanga de Socotra y el picogrueso de Socotra no se encuentran en ningún otro lugar de la Tierra. Los murciélagos son el único mamífero nativo de la isla.
En 2010, un equipo arqueológico ruso descubrió las ruinas de una ciudad en Socotra que data del siglo II. Algunos también sostienen que la isla es el lugar donde se encontraba el Jardín del Edén original, debido a su aislamiento, diversidad biológica y el hecho de que está ubicada en el borde del Golfo de Adén de Yemen, que muchos relacionan con los antiguos cuentos sumerios de un paraíso llamado Dilmun.
Fuente: Proyecto Viajero